jueves, 24 de septiembre de 2015

ENERGÍA SEXUAL: ENERGÍA QUE MUEVE TU VIDA

“La energía sexual es la energía creativa que mueve la vida, nuestra voluntad y deseos” 
Carl Gustav Jung




La energía sexual fluye por todo tu cuerpo y cuando tenemos relaciones con alguien, no sólo intercambiamos fluidos corporales, sino también la energía de esa persona se mezcla con la tuya.

 Las energías se entrelazan y entre más profunda sea esa conexión, más se une, se comparte y se intercambia energía.

Si tenemos un lazo con una persona positiva, esta nos enviará  buenos pensamientos, buena vibra y fluimos. Si por el contrario tiene una energía negativa, recibiremos bloqueos, obstáculos y malas energías, hasta el punto que podemos llegar a enfermarnos.

Recuerda que las preocupaciones, el cansancio, el estrés, la rutina, etc, también son factores que disminuyen y bloquean la energía vital y sexual.



Cuánto más inhibido está el flujo de energía en tu cuerpo, más queda compartimentalizado en los tres campos de energía:
La energía del campo energético inferior que es la responsable de la energía, la vitalidad y la potencia sexual queda atrapada en el área genital. Esto crea una presión tal que sólo puede liberarse sexualmente a través de los genitales.
En el campo energético medio, que está situado en el pecho y que es el centro de la pasión, el valor y los poderes de comunicación, las energías atrapadas, que buscan una salida, estimulan excesivamente la pasión y los deseos. En consecuencia, uno se propone metas imposibles y, en general, es demasiado ambicioso. Los deseos nunca pueden llegar a realizarse porque están desproporcionados respecto a las propias posibilidades, y se pierde la armonía vital.
La energía encerrada en el campo energético superior, conectada con la conciencia espiritual y la inteligencia, cuando está presionada, activa desmesuradamente el pensamiento. La mente da vueltas una y otra vez a los viejos planes hasta la saciedad sin resolver los problemas a los que se enfrenta.
A causa de estos bloqueos de energía, la conciencia descuida el presente: no presta atención a las sensaciones corporales. Su centro de interés pasa de un futuro imaginario, lleno de deseos y miedos, a un pasado distorsionado, cuajado de arrepentimientos y nostalgias. Durante la actividad sexual, esta falta de concentración en el momento actual incita al pensamiento a vagar y, en consecuencia, la excitación y la fuerza generativa disminuyen.
 El masaje sexual es una buena opción que puede liberar la energía retenida por tus angustias del pasado, ayudarte a resolver conflictos internos que rodean tu sexualidad y tus relaciones y abrirte el camino hacia una sexualidad feliz, sana y satisfactoria.


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